Los sellos discográficos son empresas que se dedican a fabricar, distribuir y promocionar la música que han grabado los músicos que se afilian a ellas. Son quienes realmente mueven la industria musical, y son (y siempre han sido) las mejores aliadas de los artistas para hacer llegar su música a todas partes. Vamos a ver cómo han evolucionado las discográficas, cómo se estructuran y qué hace un sello discográfico.
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ToggleEl antes y el ahora de las discográficas
Si nos remontamos unas pocas décadas, encontraremos un panorama en el que Internet no estaba tan implantado como ahora, y en el que no existían las redes sociales. Allí, las compañías discográficas ostentaban un poder casi omnímodo: movían los hilos de la industria, marcaban los tiempos de la oferta y la demanda, se quedaban con casi todos los derechos por su labor de editorial musical, y casi obligaban a sus artistas afiliados a ser verdaderamente prolíficos y constantes con sus lanzamientos.
Dada la elevada cantidad de dinero que estas tenían que invertir, tenía sentido que los artistas estuviesen sometidos a grandes exigencias por su parte. Al fin y al cabo, la venta de álbumes requería inversiones en el estudio de grabación, el personal, los soportes físicos (vinilos, cintas, discos compactos), las acciones de publicidad… y todo ese dinero tenía que retornar a la discográfica produciendo beneficios.
En aquellos tiempos, lo normal era que los derechos del máster pertenecieran a la discográfica. Estos derechos hacen referencia al resultado final de una canción, comprendiendo las etapas de grabación, producción, mezcla o masterización.
Si un álbum no alcanzaba las ventas esperadas, los artistas se quedaban con los derechos de autor (los que se refieren a la pura propiedad intelectual de la composición o la letra) para quedarse con un pequeño porcentaje de las ventas (apenas un 15 %, descontando adelantos y gastos de grabación). De esta manera, los artistas obtenían una compensación por su trabajo, y el grueso de los ingresos del sello salían de los derechos de máster y del resto de las ventas
Además, las discográficas elegían la forma de distribución de la música, es decir, los medios en los que aparecían las canciones (series, películas, anuncios o programas de radio o televisión), sin que el artista pudiera oponerse u opinar al respecto.
En la actualidad, prácticamente cualquier artista puede montar su propio estudio de grabación, y conseguir un resultado digno de cualquier estudio profesional. Adicionalmente, plataformas digitales de música en streaming como YouTube, SoundCloud o Spotify les permiten subir sus contenidos sin intermediarios, y pueden valerse de redes sociales como Facebook, Instagram o TikTok para difundir su música sin necesidad de depender de los sellos.
Ahora bien, a pesar del auge de la música en formato digital y de las facilidades para realizar grabaciones y mezclas caseras de alta calidad, no nos olvidemos de que las discográficas siguen controlando la distribución de la música: aportan contactos, experiencia y herramientas de negociación, y dan un valor añadido al artista que hace que merezca la pena seguir contando con sus servicios.
La estructura de un sello discográfico
¿Cómo son por dentro los sellos discográficos? Vamos a echar un vistazo a sus distintos departamentos.
- Al frente de un sello está el comité de dirección, compuesto por ejecutivos en cuyas manos está el mando estratégico de la compañía. Ellos toman las decisiones más importantes.
- La cara visible del sello es el representante, es decir, una persona o departamento encargado de canalizar las comunicaciones entre la discográfica y la distribuidora o la matriz.
- Quienes captan a los artistas son los componentes del departamento de AyR (artistas y repertorio). Buscan nuevos talentos en conciertos o por Internet, y tratan de convencerlos para que se afilien al sello. Posteriormente, acompañan a los artistas y son su interfaz en todas las negociaciones con la discográfica.
- Las campañas de prensa y promoción de los artistas corren a cargo del departamento de marketing. Sus estrategias están destinadas a incentivar las ventas de sus álbumes y promocionar sus giras y merchandising.
- El departamento de publicidad, ventas y promociones es el brazo ejecutor del departamento de marketing. Son quienes llevan a cabo las operaciones que se han planificado previamente.
- La iconografía que acompaña al sello corre a cargo del departamento de servicios creativos, que diseña los elementos visuales de los escenarios, los anuncios o los álbumes.
- El encargado de fabricar, empaquetar y publicar los discos es el departamento de producción: controlan las existencias y trabajan en coordinación con AyR y marketing para asegurar el suministro a tiempo.
- Entre el departamento de producción y los comercios minoristas se ubica el departamento de ventas y distribución, que es quien recibe los pedidos y equilibra los parámetros de oferta y demanda.
¿Qué hace un sello discográfico?
Volviendo al final del primer apartado, hemos dicho que todavía tiene sentido contar con los servicios de una discográfica. ¿Por qué?
- Apoyo y financiación. Las discográficas siguen siendo los principales mecenas de los artistas. La puesta en marcha de un proyecto musical requiere de una inversión que difícilmente podrá salir del bolsillo de los propios artistas, más allá de los instrumentos y el equipamiento de sonido y grabación.
- Promoción y marketing. A pesar de las posibilidades que ofrecen las redes sociales, destacar entre la multitud puede convertirse en una misión imposible… salvo, claro está, que se una figura con los suficientes contactos e influencia en los medios contribuya a la difusión… salvo, que se trate de una figura con los suficientes contactos e influencia en los medios y el propio artista contribuya a la difusión.
- Asesoramiento jurídico. Las cuestiones legales que rodean el mundo de la música también pueden salirse de los conocimientos de los artistas. Los sellos cuentan con personal especializado en derechos de autor y máster.
- Distribución y operaciones. Aun sin controlar totalmente la difusión de la música, los sellos son capaces de llevar a cabo operaciones a gran escala, tanto en tiendas físicas como en servicios digitales.
Ahora que has visto todo lo qué hace un sello discográfico, comprobarás que todavía tiene todo el sentido del mundo contar con su apoyo. En este sentido, The Imagos es una interesante alternativa a autogestionar tu propia carrera o a dejarla en manos de una multinacional; somos una agencia discográfica independiente que no ata a sus artistas y que ofrece un servicio integral para ayudarles a despegar y consolidar su carrera.