Cuando se crea una obra musical que se va a utilizar en una obra audiovisual se utiliza el contrato de sincronización para regular las condiciones con las que se llevará a cabo la utilización de la canción.
Contenidos
ToggleQué es la sincronización musical
La sincronización musical hace referencia a la utilización de una obra musical para incluirla en otras obras sin modificarla.
Los usos más habituales se dan en producciones audiovisuales, como películas o anuncios comerciales. Además, el creciente uso de la música en plataformas de vídeos como YouTube y su difusión a través de otras redes sociales, como Facebook, otorgan mayor relevancia a los derechos de sincronización musical dentro de los derechos de autor.
Aunque la Ley de Propiedad Intelectual no recoge el concepto de sincronización musical y no es un derecho de explotación en sí mismo, sí que es posible afirmar que la sincronización musical es una manifestación de los derechos de los autores sobre sus obras. Lo que no queda del todo claro, se discute en la jurisprudencia existente, es si la sincronización musical es un acto de reproducción o de transformación en relación con los derechos de explotación.
Qué debe incluir un contrato de sincronización
Un contrato de sincronización es aquel que se formaliza para la utilización de una obra musical en otra obra.
Para que el contrato cumpla con su finalidad correctamente debe incluir los siguientes elementos:
Identificación de la obra y sus autores
Será necesario especificar todos los datos de los autores y en qué porcentaje lo son. Es recomendable incluir el identificador ISWC, que identifica a la obra en todo el mundo con un mismo código.
Identificación de la obra audiovisual para la que se requiere la canción
El autor deberá conocer la obra en la que se pretende incluir la canción y el enfoque que se le dará, ya que en función de esta información podrá rechazar la propuesta. Esto es así porque, además, el autor cuenta con derecho moral sobre la obra, que le otorga poder de decisión sobre su uso.
En el contrato de sincronización se debe incluir la identificación de la obra audiovisual de forma clara, incluyendo el nombre y el tipo de obra que es.
Es recomendable especificar la escena en la que se utilizará y el minuto y duración exacta. También aclarar si es posible usar la canción en más de una ocasión o varias veces y, en este caso, los episodios en los que se sincronizará.
Uso y extensión de la canción
Aunque en las obras audiovisuales no se suele utilizar la canción completa, es aconsejable que la licencia no incluya solamente el corte que se va a utilizar sino toda la canción, para que sea más flexible su utilización en una o varias partes y se evitarán las confusiones.
El autor no podrá seleccionar la parte de la canción que se incluya en el montaje final de la obra audiovisual, pero puede negociar ciertos aspectos dentro del contrato de sincronización.
Cesión de derechos
Una parte fundamental en el contrato de sincronización es el acuerdo de cesión de los derechos de explotación que son necesarios para sincronizar la canción:
- Reproducción. Este primer apartado es imprescindible en todos los contratos, ya que permite grabar y reproducir la canción en la obra audiovisual.
- Comunicación pública. Se deberá incluir la puesta a disposición para difundir la obra a la que se ha incorporado la canción a través de las diferentes vías: cine, televisión o streaming.
- Distribución. Para poder vender ejemplares físicos de la película o programa, como por ejemplo en DVD o Blu-ray, es necesario incluir este permiso.
- Transformación. Se permite con este apartado la adaptación, corte o edición sin alterar la concepción original de la obra musical.
- Otros usos. Podrá incluirse la sincronización para fines promocionales relacionados con la obra, como un tráiler u otra pieza promocional, o la posibilidad de subtitular la canción en otros idiomas.
Cesión de derechos
Ya que existen diferentes tipos de licencias musicales, dentro del contrato es importante determinar cuál es el alcance de la licencia. Entre otros aspectos es crucial especificar la exclusividad, la capacidad de cesión a terceros, el territorio y duración de la licencia, con independencia de cuánto duran los derechos de autor en España.
Todos estos elementos van a ser diferentes en función de la naturaleza de la obra audiovisual. Por ejemplo, en una serie emitida en streaming se suele otorgar exclusividad, pero sin capacidad de cesión a terceros.
Otros aspectos
Se pueden añadir otras cláusulas como las que cumplen con las obligaciones de acreditar el uso de la canción, el parte de música, regular la aparición y el texto en los créditos de la obra, así como incluir cláusulas de confidencialidad para preservar la información de lo pactado y otros aspectos formales.
Tipos de licencia de sincronización
Los principales usos que se dan a las canciones o tipos de licencia de sincronización son:
- Películas.
- Programas y series de televisión.
- Anuncios publicitarios en formato vídeo.
- Videojuegos.
- Vídeos comerciales en Youtube o plataformas similares.
- Podcast.
En todos los casos las canciones pueden ser simplemente usadas o crearse específicamente para uno de estos usos.
Las licencias de sincronización puede incluir, como hemos visto, los derechos de reproducción, comunicación pública, distribución, transformación y otros usos.
El contrato de sincronización regula la utilización de una canción en una obra audiovisual, como películas, series o anuncios comerciales. Para que cumpla su función correctamente, el contrato debe incluir la identificación de la canción y los autores, la obra audiovisual en la que se utilizará, el uso que se hará de ella, los derechos de la canción que se ceden, el alcance de la licencia y cualquier otro aspecto importante en la sincronización de una obra musical.