Vamos a entrar en un tema que suele incomodar a los artistas por los flecos legales que contiene, pero que, paradójicamente, constituye una de sus principales fuentes de ingresos. Estamos hablando de las licencias musicales, los permisos mediante los cuales un artista y sus colaboradores pueden obtener rédito económico de las reproducciones de su música. Veamos qué tipos de licencias musicales existen, su relación con la propiedad intelectual y en qué consiste el flujo económico que se genera
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Toggle¿Qué es una licencia musical?
En términos legales, una licencia musical es un tipo de permiso para ceder una pista musical con fines comerciales. Es un acuerdo que recoge las condiciones de uso de una pista durante un periodo de tiempo y con un propósito determinado.
Puede que los permisos para organizar conciertos pareciesen bastante complejos, pero lo cierto es que las licencias se llevan la palma, ya que entran en juego ciertos aspectos intangibles como los derechos de autoría y la propiedad intelectual de la música.
Cada tipo de licencia musical determina lo que se puede hacer y lo que no con una canción y establece los parámetros de su correcta utilización (siempre en términos legales). Adicionalmente, en estos acuerdos se cuantifica el dinero que se percibirá como consecuencia de ceder los derechos comerciales de la pista a terceros.
Las licencias musicales determinan la forma en la que se puede hacer uso de la música en distintos ámbitos, como pueden ser el cine y las series, programas de radio o televisión, videojuegos, difusión por Internet, podcasts o anuncios. Prácticamente, toda la música que escuchamos en estos lugares tiene asociada unas licencias que rigen su utilización.
Abandonando ligeramente la jerga legal, creemos que este concepto se entenderá mejor si planteamos un ejemplo ilustrativo. ¿Quién no recuerda la simpática película Ghostbusters, y ese pegadizo tema principal de su banda sonora cantado por Ray Parker Jr.? Pues bien: para que los productores de la película pudiesen incorporar esa melodía durante las escenas del largometraje, tuvieron que adquirir la licencia de la canción, lo que significó pagar una buena suma de dinero a Ray y a sus colaboradores.
Obviamente, durante la negociación también tuvieron que aclarar, a priori, cuál era el propósito de utilizar la canción. Si se hubieran salido de esos términos de uso, Ray y su equipo podrían haber emprendido acciones legales contra los productores de la película alegando un uso indebido de la canción según el acuerdo alcanzado.
Publicación musical vs licencia musical
La publicación musical es la gestión de una pista musical registrada, refiriéndose al uso de la pista de música con fines comerciales (es decir, para generar dinero). Sí, puede que el concepto sea algo abstracto, pero realmente es bastante sencillo de entender, como veremos a continuación.
Un artista, si lo desea, puede publicar su música por sí mismo, si contase con los contactos y los medios para llevarlo a cabo. Sin embargo, para publicar su música, los artistas suelen necesitar del trabajo de compañías de publicación o de editores, que se quedan con un porcentaje de sus ganancias (recogidas en los acuerdos de licencia) a cambio de poner en marcha la publicación de sus pistas musicales.
Este trabajo no es baladí, porque comprende también contabilizar los royalties de las canciones y, para ello, hace falta llevar un registro de las reproducciones, los medios en los que se hayan hecho, etcétera. Y, por supuesto, velar porque todo haya transcurrido según la naturaleza de la licencia.
En realidad, da igual si el artista realiza la publicación por sí mismo o si la delega en un tercero. Lo importante es que:
- La licencia es el acuerdo que recoge los derechos de la canción.
- La publicación es el ejercicio de dichos derechos.
La diferencia solo estará en quién cobra los royalties: el artista que publica sus canciones por sus propios medios los percibirá íntegramente y el que necesite de editores o compañías de publicación tendrá que repartir las ganancias según los acuerdos alcanzados. Por eso es tan importante saber qué tipos de licencias musicales existen.
Tipos de licencias musicales
Licencia de reproducción
Esta licencia permite que la canción sea reproducida en cualquier medio o soporte. Se aplica a la música que se incorpora a discos compactos o a vinilos y cintas, aunque estén en desuso.
Aún no está claro que estas licencias afecten también a las reproducciones en plataformas de streaming como Spotify, ya que todavía existe cierta controversia legal en este tipo de acuerdos.
Licencia de comunicación pública
Abarca todas las reproducciones públicas de la música, es decir, fuera del ámbito privado del que haya pagado por ella. Se aplicaría en situaciones como reproducir música en la calle, en la radio, en la televisión… pero también en conciertos, pubs, bares o restaurantes.
En general, hace referencia a todas las situaciones en las que el público puede disfrutar de la música libremente. Las Sociedades de Autor son las entidades que habitualmente facturan el pago por estos royalties al responsable de la reproducción.
Licencia de distribución
En este caso, hablamos de una licencia que faculta a terceros a comercializar la música. Es aplicable a aquellas figuras que se encargan de que la obra llegue a los puntos de venta para ser posteriormente distribuidas al público.
Esta labor comprende tanto la venta de música en soportes físicos como en medios digitales (como, por ejemplo, iTunes). La distribuidora se queda con un porcentaje de comisión en función de las ventas.
Licencia de sincronización
Este último tipo de licencia abarca situaciones como la del ejemplo de Ghostbusters y Ray Parker Jr. Se aplica para entidades que quieran asociar la música con alguna producción propia de índole audiovisual. La compañía que desee hacer uso de la obra tendrá que pagar una licencia de sincronización al artista. Es la forma habitual de proceder en el cine, la televisión o la radio.
Según se prevé en cada uno de los tipos de licencias musicales, podrás extender los derechos de uso de tu obra a terceros, pero siempre tendrás que vigilar que aquel a quien cedas tu música la utilice como se recoja en la licencia aplicada. Desde The Imagos, conscientes del valor de la propiedad intelectual de tu música, te asesoramos y ayudamos para que puedas contar con la defensa ante cualquier ataque a los derechos de autor sobre tus canciones.